El acondicionamiento acústico en restaurantes de Jaén: cómo mejorar el servicio al cliente

La oferta de restaurantes ha ido en constante crecimiento en nuestro país e incluso ciudades medianas y pequeñas cuentan con restaurantes muy laureados por la crítica culinaria, pero conseguir una buena reputación no es una tarea nada sencilla, especialmente cuando se descuidan aspectos que no tienen que ver con el menú del restaurante sino con el acondicionamiento del mismo.

Y es que los comensales esperan de los restaurantes muchas más cualidades aparte de unos platos deliciosos e innovadores (atención recibida, ubicación, calidad…), pero especialmente en el ambiente que consigue generar el establecimiento (relajado, propicio para una conversación privada…). La acústica se ha convertido en una prioridad para los restaurantes y en un elemento diferenciador respecto a la competencia que hay que tener en cuenta para satisfacer a los clientes.

La acústica, el nuevo elemento diferenciador

La acústica es un factor cada vez más importante para los consumidores y puede ser incluso determinante para elegir un establecimiento frente a otro. Por tanto, es un factor que influye al igual que otros a la hora de tomar una decisión sobre dónde ir a comer o a cenar. Los problemas de ruidos son cada vez menos tolerados y los restaurantes que toman medidas son los que mejores resultados están consiguiendo en cuanto a críticas de su comunidad de vecinos.

Para enfrentarse a los problemas acústicos es fundamental realizar mediciones de ruidos e identificar el coeficiente de absorción de los distintos materiales y zonas que componen el restaurante. La solución más efectiva suele ser la instalación de paneles absorbentes del ruido, una instalación que no necesita de obras en el negocio, pero además existen otras soluciones que expertos en ingeniería acústica deberán aplicar en función de cada restaurante.

El objetivo debe ser reducir el ruido de fondo al mínimopara conseguir que los clientes se sientan más cómodos y prefieran estar más tiempo en el establecimiento o visitarlo con mayor frecuencia frente a otros.

Beneficios de una acústica adecuada

Los beneficios de acondicionar un restaurante a nivel acústico están fuera de toda duda, especialmente respecto a los clientes pero también con los empleados del negocio.

Con una buena acústica los beneficios son:

• Incremento de la comunicación entre los comensales de la misma mesa, protegiendo su voz y ayudando a potenciar una experiencia gratificante.
• Reducción en el riesgo de daños auditivos a los clientes, ya que el establecimiento logra situarse en unos niveles de decibelios admisibles y saludables.
• Reducción del estrés. Los establecimientos con un nivel de ruido importante aumentan el estrés y generan situaciones de nervios y exaltación, lo que provoca que muchos clientes abandonen antes de tiempo y decidan no volver.
• Incremento del bienestar. Un ambiente relajado y con menor nivel de ruido ayuda a incrementar el bienestar los comensales, que incluso pueden degustar sus platos con mayor tranquilidad y centrándose en disfrutar de la experiencia.

 

Los empleados del negocio, por su parte, experimentan beneficios tales como:

Mejora del rendimiento. Los empleados mejoran su rendimiento en el trabajo en ambientes con bajos niveles de ruido favorables a la concentración y a la toma de decisiones sin demasiados inputs Se estima que el rendimiento puede mejorar más de un 50% tras realizar acciones de acondicionamiento acústico.
• Mejora la motivación y la satisfacción en su empleo. Los empleados de restaurantes con una acústica controlada se sienten más motivados debido a los menores niveles de estrés, realizan menos esfuerzo con su voz y, en general, se sienten más satisfechos. Además, al mejorar la motivación, la atención a los clientes también mejora gracias a una actitud más proclive al trabajo.

Trucos para reducir el ruido

Son muchas las medidas que las empresas pueden tomar para reducir los niveles de ruido y acondicionar acústicamente sus restaurantes. Algunas de las más interesantes son:

1. Uso de sillas tapizadas y acolchadas tanto por la zona delantera como la trasera frente a otras opciones sin tapizar. El tapizado ejerce como amortiguador del ruido.
2. Uso de alfombras de un grosor considerable cubriendo al menos el 35% del suelo del restaurante para reducir el eco del sonido.
3. Uso de cortinas gruesas en las ventanas y de manteles y cubremanteles de mayor gramaje en las mesas.
4. Instalación de lámparas grandes, que evitan ecos entre el techo y el suelo del establecimiento.
5. Colocación de tacos de goma blanda en las patas de las sillas y las mesas, lo que ayudará a evitar el desagradable ruido que provocan cuando se arrastran.

La reverberación: el problema acústico más importante

Para entender por qué es tan importante acondicionar acústicamente un restaurante es fundamental entender el concepto de reverberación, ya que es quizás el mayor problema acústico de cualquier establecimiento. La reverberación consiste en la permanencia de un sonido en un espacio cerrado incluso después de que la fuente emisora de dicho sonido haya dejado de emitirlo.

En los restaurantes existe un elevada reverberación por las voces de camareros o las conversaciones de los clientes, pero también por el ruido de cubiertos o el arrastrar de sillas y mesas. El sonido directo y recién emitido no se puede controlar, pero si podemos luchar contra la reverberación o sonido reflejado que se produce cuando el sonido hace eco y se reproduce al chocar contra el techo, el suelo, las paredes o las ventanas.

Por ello, es fundamental reducir el tiempo de reverberación para que el ruido de fondo del restaurante sea mucho menor. Los consejos que hemos dado más arriba son de gran ayuda, así como la instalación de superficies absorbentes del sonido en suelos, paredes, mobiliarios o techos. Evitar superficies reflectantes del sonido (vidrios, techos de hormigón, suelos porcelánicos…) es de gran ayuda para conseguir este objetivo.

Los profesionales del acondicionamiento acústico estudian cada restaurante y sus diferentes elementos (materiales, geometría de la sala…), realizan mediciones de sonido in situ y, en función de los datos recabados, recomiendan llevar a cabo unas medidas u otras para reducir la reverberación y los niveles de ruido. El objetivo, conseguir que la inversión en el acondicionamiento acústico del restaurante sea lo más efectiva posible para conseguir clientes 100% satisfechos.