contaminación acústica

La contaminación acústica y cómo reducir su impacto

Según la OMS, la contaminación acústica es uno de los factores ambientales que más problemas puede provocar en nuestra salud. Y cómo ya te puedes imaginar, es en las ciudades en donde mayor cantidad de la misma podemos encontrar.

Vamos a estudiar este tema con más detalle.

Qué es la contaminación acústica 

Es importante no confundir contaminación acústica con ruido: dependiendo de la sensibilidad que tenga cada persona, es posible que un sonido pueda ser más o menos desagradable. Ahora bien, como el nivel de volumen ya es considerable, cualquier individuo se sentirá molesto.

Para identificar la contaminación acústica se tienen que dar una serie de características:

  • Percepción: La forma de concebir este tipo de contaminación es a través del oído. Otros contaminantes se pueden percibir mediante varios contaminantes al mismo tiempo (como la contaminación del agua, perceptible por el olor, aspecto y sabor).
  • Facilidad de producción: Por desgracia, la contaminación acústica se produce con mucha facilidad y no requiere de mucha energía para que sea posible.
  • Dificultad de medición: Se requieren de aparatos muy sensibles para concluir que realmente estamos delante de un caso de contaminación acústica.
  • Sin residuos: Aunque si bien es cierto que no deja residuos en el medio ambiente, si que puede causar graves problemas de salud.
  • Radio de acción limitado: Este tipo de contaminación estará localizada en espacios muy determinados.

Causas de la contaminación acústica 

El simple sonido del funcionamiento del motor de una nevera emite un nivel de ruido de 30 dBA. Una conversación sosegada emite 60 dBA, mientras que, si es en voz alta, el nivel de ruido se incrementará hasta los 70dBA.

La música de una discoteca, la actividad de un taller mecánico o un túnel de limpieza de vehículos emite ruido a un nivel de 100 dBA.

Una de las principales causas de la contaminación acústica en el día a día proviene del tráfico: una motocicleta a escape libre emite una media de 110 dBA.

Las obras también contribuyen a la proliferación de la contaminación acústica: sin ir más lejos, un martillo neumático produce un nivel de ruido de 120 dBA.

Consecuencias de la contaminación acústica 

Además de poder causar importantes problemas auditivos, también pueden afectar a otros aspectos de nuestra salud.

  • Estrés y fatiga: No descansar adecuadamente en el tiempo podría provocar estrés y fatiga, y la contaminación acústica es uno de los principales factores que pueden lastrar nuestro sueño.
  • Insomnio y taquicardia: Los problemas de insomnio podría derivar en insomnio y taquicardia, incluso de carácter crónico.
  • Probabilidad de sufrir un ictus: Hay estudios que demuestran que por cada 10dB que se eleve el ruido por encima de lo 60dB se eleva la probabilidad de sufrir un ictus en torno a un 14% en pacientes mayores de 65 años.

Soluciones para reducir la contaminación acústica

Vamos a ver algunas posibles actuaciones para reducir la contaminación acústica:

  • Concienciación: Todos tenemos que ser conscientes del sonido que hacemos y respetar el descanso del prójimo.
  • Volumen correcto: Utiliza la televisión, equipos de música, radio u otros dispositivos siempre al volumen adecuado y no en horarios en los que puedas molestar a tus vecinos.
  • Transporte público: Siempre y cuando se pueda, iremos en transporte público. Así ponemos nuestro granito de arena para reducir el tráfico que, como ya hemos visto, es uno de los principales motivos de la contaminación acústica.
  • No usar el claxon de nuestros vehículos, a no ser que sea estrictamente necesario.
  • Normativa: Infórmate sobre la normativa del ruido en tu ciudad y comunidad.
  • No haremos ruidos innecesarios en nuestra casa, sobre todo, de noche.

Ahora ya conoces porque la contaminación acústica es un problema que nos afecta más de lo que nos pensamos.

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