Según un estudio realizado por una empresa consultora especializada en audición, el exceso de ruido en una oficina es la causa que más ansiedad produce a los empleados por encima incluso de su propio jefe. Y es que el estar sometido a un nivel de ruido durante toda la jornada laboral, puede generar problemas variados de salud relacionados con la audición, la capacidad de sueño y otras funciones fisiológicas.
Cómo afecta el ruido en la oficina a trabajadores y clientes
Conversaciones, impresoras, llamadas de teléfono, fotocopiadoras, ruido de ordenador, todo esto es un ruido de oficina normal que se sufre todos los días. La primera reacción que tiene nuestro cuerpo es una disminución en la capacidad de concentración.
Pero hay otras consecuencias que afectan a nuestro comportamiento humano. Según el estudio citado anteriormente, un 25 % de las personas sufre irritabilidad, un 24 % estrés, un 20 % falta de concentración, un 16 % fatiga y un 8 % insomnio.
Por qué es necesaria una buena acústica
El umbral de nivel de ruido por el que empieza a ser molesto los sonidos provocados por el ser humano para el descanso, la salud de las personas y la comunicación, se denomina confort acústico. Si se pasan sus umbrales, podremos encontrarnos con los siguientes comportamientos derivados de ello:
- Pérdida de concentración y disminución en el rendimiento.
- Poca comprensión en los diálogos.
- Empeoramiento en la calidad de vida.
No cabe ninguna duda que un exceso de presión acústica en el trabajo, influye directamente en el rendimiento en general de los trabajadores y una pérdida productiva en la empresa.
Cómo reducir el ruido en una oficina
Hay varias acciones que permiten reducir el ruido en el trabajo.
Las primeras tienen que ver con la tipología constructiva de la oficina: aislamiento en las paredes, el material de las puertas y ventanas, todo esto es lo necesario para que el ruido no pueda traspasarse de una sala a otra.
Optimizar el espacio en salas abiertas es importante para disminuir el nivel de ruido. Cuando la sala es diáfana y todos los trabajadores comparten la misma estancia, una buena idea sería la separación de las zonas de aquellos empleados que tengan que llevar a cabo actividades ruidosas con respecto a aquellos que necesiten más concentración para realizar su trabajo.
La tipología de los muebles de oficina y su distribución también son factores que pueden reducir el ruido en la oficina. Las superficies curvas tienen a disminuir los niveles de ruido, así como la capacidad de absorción acústica que puedan tener los materiales es un factor importante.
El uso de muebles altos favorece la emisión de sonidos: si hablamos al compañero de al lado y no le vemos, tendemos a aumentar el tono de nuestra voz. Por último, el reunir aquellos aparatos como el fax, las fotocopiadoras o las impresoras en una sala aparte contribuirá a una disminución de ruido general.
El nivel de ruido de una oficina puede ser considerado como algo directamente proporcional al rendimiento de las personas que trabajan en ella. Un ambiente de trabajo que esté dentro del umbral del confort acústico incidirá directamente en la productividad de la empresa y en la felicidad de las personas.