¿Alguna vez has experimentado el silencio absoluto? Te invitamos a que descubras una nueva sensación en tu vida entrando en una cámara anecoica.
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Qué es una cámara anecoica
Denominada también anecoide, las cámaras anecoicas son salas diseñadas para absorber totalmente el sonido. La idea es que todas sus superficies sean capaces de poder absorber las reflexiones producidas por las ondas electromagnéticas y acústicas. Al mismo tiempo, estas estancias deben estar totalmente insonorizadas del exterior.
La unión de estos dos factores permite emular las condiciones acústicas existentes en un campo libre que fuera ajeno a cualquier influencia sonora. Están diseñadas para mantener un rango de frecuencia comprendido entre los 200 y los 20 kHz. Son capaces de absorber el 95 % del sonido producido.
La sensación de silencio extremo que se produce implica que si pasamos más de 45 minutos en una estancia como esta, podríamos tener efectos muy negativos en nuestro cuerpo. El efecto de permanecer en estas condiciones nos provoca un estado de ansiedad por la ausencia de ruido que hace que el oído desee escuchar cualquier tipo de sonido. Este estado afecta a nuestro equilibrio mental de tal forma que si pasamos demasiado tiempo en un sitio sin ruido, estaríamos próximos a la locura.
Para qué se usan
Sirven para realizar ensayos acústicos y medir patrones de radiofrecuencia. En ellas, se pueden establecer los niveles de potencia sonora de cualquier objeto. Son numerosos los campos de aplicación, algunos de ellos son:
- Certificaciones ambientales: la UE exige un nivel de ruido a los vehículos con motor.
- La medición de registros sonoros en electrodomésticos.
- Investigaciones militares: desarrollo de blindajes de tanques que sean invisibles a los radares.
- Estudio de las condiciones acústicas de auditorios o sala de conciertos.
- Moda: registrar los niveles sonoros producidos por los materiales de las prendas.
- Ensayos médicos y militares: estudio del comportamiento humano ante la ausencia de ruidos.
Características de una cámara anecoica
Una sala anecoica está revestida de cuñas piramidales perimetralmente. Los materiales más comunes para la construcción de este tipo de cámaras son aquellos que tienen un alto poder de absorción del sonido como pueden ser la fibra de vidrio, lanas de roca o diferentes tipos de espumas.
Su superficie vendrá dada en función de los tamaños de los objetos que van a ser probados y del rango de frecuencias necesario para su estudio.
Por regla general, la capacidad de la habitación insonorizada debe ser al menos 200 veces el volumen del mayor objeto para la que está diseñada. Su temperatura deberá estar comprendida entre los 15 y los 30 grados para que no haya humedad.
Cómo funcionan las cámaras anecoicas
Gracias al material con que están revestidas, puede alcanzarse en ellas un estado muy cercano al del silencio absoluto. Son capaces de absorber un 99,99 % del ruido generado por un objeto.
Su diseño permite la amortiguación de una onda sonora al no producirse ningún rebote. Esto es debido a que el material lo absorbe directamente impidiendo cualquier tipo de eco. Y el sonido que no es absorbido, gracias a la inclinación de las cuñas, es redirigido de una a otra provocando su eliminación total. Todo ello hace que la sensación que se tiene cuando se entra en una cámara anecoica sea la de estar en el espacio exterior.