Conseguir el sonido perfecto en una habitación no es tarea fácil; reverberaciones, coloraciones, focalizaciones y ecos son fenómenos que lo distorsionan e impiden que pueda llegar con buena calidad a nuestros oídos. Los distintos tipos de difusores acústicos que podemos encontrarnos en el mercado pueden ayudar a aumentar la calidad sonora de un espacio cerrado. Vamos a ver cómo lo hacen y por qué son tan utilizados.
Para qué se usan los difusores de sonido
Los difusores de sonido se emplean para dispersar en múltiples direcciones y de forma uniforme la energía sonora que incide en ellos para conseguir un sonido envolvente en un espacio cerrado. Con su colocación, se eliminan las reflexiones indeseadas sin producir una disminución en el tiempo de reverberación. De esta manera, se consigue crear una dispersión temporal y espacial de las ondas acústicas.
Un difusor de audio está diseñado a partir de diferentes figuras geométricas que provocan irregularidades y relieves en su superficie. Estos paneles se fabrican con unas secuencias matemáticas previamente definidas para limitar la banda de frecuencias en su difusión.
Un panel difusor en una habitación puede proporcionar los siguientes beneficios:
- Impide la coloración del sonido.
- Perfecciona la distribución acústica.
- Evita las reflexiones y los ecos flotantes.
- Permite una audición más precisa de los sonidos generados.
- Dan una sensación de escuchar en estéreo.
Hay que destacar que un difusor acústico no sustrae energía del sonido, sino que la aprovecha y la homogeneiza para aumentar las características acústicas en una sala. Por ello, son muy empleados en estudios de grabación, espacios donde se necesite un sonido profesional, y por qué no, en aquellas casas donde se quiera conseguir una calidad sonora casi perfecta.
Tipos de difusores acústicos
El número de elementos necesarios para mejorar la acústica de una habitación vendrá en función de la planitud de sus superficies. Tanto mobiliario, ornamentación, lámparas, etc., deben ser previstos a la hora de colocarlos. Y en función de todo esto, podemos instalar diferentes tipos de difusores acústicos. Estos son los más representativos:
- Difusor policilíndrico: Son paneles lisos convexos con un radio de curvatura menor de los 5 m.
- Difusor MLS: Se realiza con superficies lisas a los que se les incorpora una serie de ranuras. Su distribución y profundidad vendrá en función de los parámetros de diseño.
- QRD unidimensional: Se realizan a través de ranuras rectangulares paralelas de anchura similar, pero con distinta profundidad en función de los márgenes de frecuencia de difusión.
- QRD bidimensional: Se usan para difundir el sonido en todas las direcciones. Están formados a base bloques cuadrados de diferentes dimensiones y colocados a profundidades variables entre sí.
- Difusor PRD: Son parecidos a los QRD, a diferencia de que su diseño presenta una profundidad obtenida a partir de secuencias distintas.
Todos los difusores acústicos anteriores, exceptuando el policilíndrico, están basados en secuencias matemáticas para conseguir una buena calidad en el sonido. Pertenecen al tipo Schröder, también llamados RPG (Reflection Phase Grating).
En definitiva, los diferentes tipos de difusores acústicos se emplean en aquellos sitios donde se requiera alcanzar altos niveles de calidad sonora. Pero es conveniente estudiar su diseño y colocación para conseguir el efecto deseado, y para ello, nada mejor que contar con profesionales contrastados en acústica como Doppler.