En nuestro país, incumplir la normativa de ruido es considerado como un delito contra la salud pública. Muchos negocios se abren con una inversión en equipamientos y obra bastante importantes y en el momento de su apertura tienen una denuncia a la que tienen que hacer frente. Es el caso de las instalaciones deportivas, y los diferentes ayuntamientos, para subsanar todo esto, imponen ciertos requisitos para la apertura de un gimnasio con el fin de que los ruidos generados no molesten a los vecinos. Veamos cuáles son.
Requisitos acústicos para la apertura de un gimnasio
Son las diferentes normativas urbanísticas locales las que condicionan las condiciones acústicas de los locales en sus ciudades. Las zonas donde esté ubicado el gimnasio tendrán más restricciones en función de la tipología que tengan. Por ejemplo, las industriales tendrán menos restricciones que una céntrica residencial.
Si analizamos normativas de las principales ciudades españolas, pueden sacarse los siguientes datos representativos:
- En zonas sanitarias: El nivel de ruido ambiental no podrá superar los 50 dB en la franja horaria comprendida entre las 8 y las 22 horas. En las horas de descanso no se admitirán niveles que excedan de los 45 dB.
- En zonas industriales: Aquí el ruido puede aumentar hasta llegar a los 75 dB.
- Zonas residenciales: De 8 a 22 horas no se puede subir de los 60 dB y por la noche el máximo debe ser de 40 dB.
Pero, dentro de los requisitos para la apertura de un gimnasio, ¿qué tipo de ruidos podemos encontrarnos?
En este tipo de actividades es muy frecuente la existencia de dos vías de transmisión en los ruidos: la estructural y la aérea. Y para cumplir la normativa, ambos deben estar controlados para no sobrepasar la contaminación acústica permitida.
El sonido estructural es el realizado por el funcionamiento de máquinas o equipamientos, por lo que eliminar el ruido por vibraciones o amortiguar el ruido de una cinta de correr se hace necesario. El aéreo es aquel que se produce por la transmisión de los sonidos anteriores y que van absorbiendo las paredes o pilares del gimnasio, reflejándose en los locales o viviendas anexos.
Cómo insonorizar tu gimnasio y reducir el ruido
Son profesionales como Acústica Doppler quienes evaluarán las condiciones de ruido existentes en el local y pondrán las soluciones para que el ruido no pase de los niveles admitidos en las normativas urbanísticas. Y para ello realizarán lo siguiente:
- Realizar un diagnóstico de las condiciones actuales del local: En él, se analiza el aislamiento acústico actual para ver en qué detalle hay que intervenir con respecto a su insonorización.
- Definir las posibles soluciones acústicas: Se tendrán en cuenta las diferentes actividades para determinar el grado de insonorización que necesitan. Por ejemplo, si se piensa poner música muy alta, habrá que actuar mucho más que si solo se van a hacer pesas. Se evaluarán las diferentes soluciones en cuanto al aislamiento en techos, suelos y paredes para cumplir con las normativas.
- Comprobaciones finales: Una vez realizadas las obras de acondicionamiento acústico, será necesario establecer ciertas mediciones para verificar que la obra se haya realizado con el resultado esperado.
El aislamiento acústico es uno de los requisitos para la apertura de un gimnasio y es obligatorio en la mayoría de las ciudades españolas. Bien para solicitar su licencia de apertura, o bien para evitar posibles denuncias por parte de los vecinos que puedan paralizar la actividad del negocio. Y en Acústica Doppler somos especialistas en ello.