Ruido, ruido y más ruido. Si vives en un entorno urbano te darás cuenta de que hay… Ruido. Pero, las consecuencias negativas de la contaminación acústica no solo se dan en las grandes ciudades, también pueden darse en espacios abiertos como en el campo. Y trae numerosas consecuencias que vamos a analizar, porque no solo pueden provocar enfermedades, sino que también, pueden cambiar el hábitat natural de un ecosistema.
Causas de la contaminación acústica
Según la Organización Mundial de la Salud, las consecuencias de la contaminación acústica se traducen en uno de los mayores efectos ambientales que más enfermedades produce. Y es que la lista es interminable; estrés, agresividad, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, insomnio, cansancio, pérdidas auditivas, decaimiento general…
Según este organismo, el ruido es cualquier sonido que supere los 65 dB. Y empieza a ser dañino cuando sobrepasa los 75 y considerado doloroso al sobrepasar los 120 dB. Hay numerosos estudios que indican que más de la mitad de la población en España estamos sometidos a sonidos superiores a los considerados como ruido. Y en Europa, según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), se estima que las consecuencias negativas de la contaminación acústica son las culpables de 16.600 muertes prematuras y 72.000 hospitalizaciones a lo largo de un año.
La contaminación sonora y sus causas más habituales pueden venir de diversas fuentes, estos son algunos de los ejemplos más comunes:
- Tráfico de vehículos: Es el principal foco de contaminación en las ciudades. Un claxon de un coche puede producir 90 dB y si es de un autobús, 100 dB.
- Aviones: Afortunadamente, ya se están tomando muchas medidas en función de la huella sonora de las aeronaves. Aun así, son numerosos los aviones que sobrevuelan las ciudades, y pueden emitir niveles de 130 dB.
- Obras: Edificios, aceras, zanjas… La maquinaria utilizada para todo tipo de construcciones genera mucho ruido. Por ejemplo, un martillo neumático puede generar 110 dB de ruido.
- Hostelería y ocio nocturno: Bares, restaurantes, discotecas, pubs y sus terrazas, donde a veces, se superan los 110 dB de ruido.
- Animales: La mayoría de las veces pueden pasar desapercibidos, pero el ladrido de un perro puede ocasionar 80 dB.
Cuáles son las consecuencias negativas de la contaminación acústica para el medio ambiente
Ya hemos visto algunas de las causas y consecuencias de la contaminación acústica, sobre todo, en los efectos que pueden producir en el ser humano. Pero, lamentablemente no son las únicas. Y es que también, pueden tener efectos muy graves en los ecosistemas y en el medio ambiente.
Los impactos ambientales de la contaminación acústica pueden derivar en problemas tan serios como la desaparición de un ecosistema. Si los humanos somos sensibles al ruido, los animales lo perciben mucho más que nosotros. El hábitat de un animal salvaje depende, entre otras causas, del ruido al que esté acostumbrado. Si un animal no es capaz de tolerarlo, se buscará otra zona más tranquila. Y esto implica también, la huida de sus depredadores, modificando por completo el ecosistema natural, pudiendo producir hasta cambios en la composición de la flora y modificando radicalmente el paisaje en su totalidad.
Todo esto deriva en la necesidad de buscar soluciones a la contaminación acústica para no provocar cambios drásticos en nuestro medio ambiente. Por ello, consultar a expertos en acústica, es lo mejor que podemos hacer para poder mitigar las consecuencias negativas de la contaminación acústica. Y es que es nuestro deber cuidar del planeta y de la salud de todos los convivimos en él.